viernes, 19 de noviembre de 2010

Quítense los sombreros de copa


Insinúan que nosotros carecemos de ideas, que los semejantes desdeñan el arte, que la grandeza del sino universal del hombre es algo que nos produce disonancias […]

No podrían estar más equivocados. Frente a su creación uno debe comportarse, asumido el hecho de que toda aquella savia derramada termina energizando los engranajes del mundo debajo del suelo. Los sillones caoba de la sala púrpura llena de humo son lugar palaciego; siempre asisten montados en su atmósfera a todo momento importantísimo en el que la vida del hombre debe, ‘otra vez más’, ser salvada.

Bajo las pisadas retumbantes del peso del nombre de Toga, toda una historia recorren entre los sesos del ignorante las hazañas y desdichas del mal. Azarosa distancia la del náufrago en el centro del mar, poder seguir respirando bajo la noche estrellada.

Quien crea al hombre, crea su arte. No desdibujéis la nada de culpa, realmente uno siempre caga allí donde come.

lunes, 25 de octubre de 2010

Knives out


Me perdí en la intención de crear sobre las nubes anaranjadas, olvidándome de que éstas eran un holograma y que, debajo de ellas, se hallaba el cemento sempiterno. Así me perdí también en las palabras y en los ojos vacíos, buscando cualquier excusa para salvaguardarme del corte.

Ese corte frío, profundo y sucio, que devuelve a uno de su ensimismamiento ortopédico-juvenil de promesas aladas hacia el sillón de cuero de los domingos, ya demasiado cuarteado por sostener el peso muerto de una vida que no avanza.

Demasiadas promesas no hacen el mundo, pero ellas me atrapan entre sus somníferos porque saben que volveré a caer otra vez más. Demasiadas palabras no hacen al hombre; demasiadas pocas tampoco.

Lo único que aporta movimiento a la vida es tener un propósito, y de éste derivan todas las demás motivaciones. Mi ausencia de propósito lastra mis pasos sin rumbo y favorece tomar lo banal como esencial, fuente interminable de propósitos de segundo orden, conmutables por el sueño en desgracia de re-descubrir juegos obsoletos en los que yo siempre fui juguete.

martes, 6 de julio de 2010

Mate de pota


Me gusta el mate de pota porque no se concentra en exceso, siendo su amargor una suave caricia que envuelve la lengua por todo costado.

Me gusta el mate de pota porque no es excitante, y así liquida los ejércitos de hormigas que pululan danzando y saltando con sus lanzas sobre mi abdomen.
Me gusta el mate de pota, sobre todo cuando el porcentaje de agua es menor del 10% del peso total; así su caricia, sin ser una gota hirviente, sopesa en equilibrio las bondades del mundo y las tristezas del hombre, que son una y a nadie, mate de pota mediante, importan una mierda.
Adoro el mate de pota, porque permite seguir respirando sin que el azufre del mundo obligue a retorcerse en mil muecas, que no dejan de ser acrobacias en bigotes de roedor.
Adoro el mate porque cuando éste flota en la pota, humedecido, tiene la misma apariencia que el oro-verde-pálido. Oro-verde-pálido que crece libremente en las cunetas de Bután.
Adoro el mate de pota porque evoca familiares lejanos, y así fantaseo con su valor hedónico ajeno, impropio, robado en mis neuronas al tumbarse en la cama todas las tardes del chico que quiso ser hombre y que ahora, sólo quiere ser nube.

lunes, 5 de julio de 2010

El silencio en la cerveza.
Sonreír, asentir.
El ruido de vasos y platos.
Muñecas preciosas colgando del bigote.
-¡Enciende el cigarro!
-¡Después de un sorbo, joder!
Y ahora que he dejado las drogas, ¿qué será de mí?
¡OH DIOS! HE CONFECCIONADO HILOS PARALELOS DONDE ESTAR SUJETO CON UNA PINZA, NO AGARRADO.
Tan dulce, tan dulce… Creo que mis piernas se convierten en escobas. Ahora sí tengo ganas de llorar. Y el sueño también deja de existir porque ayer tomé la última pastilla de valium.

Que nadie me dirija la palabra si no es para salvarme, o en su defecto, pegarme mordiscos en sábanas de marca ipse dixit, aunque eso no marque diferencia alguna.

martes, 8 de junio de 2010

Y el terrible miedo de que sólo sea causa de la cafeína


No estoy mintiendo en los tests, no coartes mi libertad de expresión. A lo mejor tus clasificaciones no logran colocarme en el centro de tus disputas y elucubraciones. Un hondo pesar acongoja a mis chiquitas palabras, que se cubren de un halo de destierro para parecer más mundanas y explícitas. Pero la solución que acontece no pasa por los farolillos rojos de un tiempo atrás, en Pekín. Eso pasó hace mucho tiempo. Demasiado para derribar los muros de este nuevo orden, censura, la policía del pensamiento. Asustaría al más noble y al más mundano.


De metal y de plástico.
Listo para consumir.

¡Oh, no!

¿Ese es un humano de los de antes?
¿Lo parió un útero deseoso de parirlo?
¿Lloró y era una pesada carga?
¿Respiró y se desentendió de sus obligaciones?
¿Pretendió volar y descubrió que no tenía alas?

El humo se estrella contra la luz del flexo. A Düsseldorf parece darle lo mismo.

jueves, 3 de junio de 2010

Introducción 5 Desarrollo histórico del estudio de la mente


¿Por qué cuando se hunde en el océano la tempestad sentimos en la boca un regusto tan dulce? ¿Será que el ocaso de la muerte nos confiere a los hombres la sagacidad necesaria para renunciar a la conciencia?

Perecer y asirse con fuerza para no seguir cayendo es algo que duele. Sin embargo, en el océano, sin tablas de un naufragio, morir en la infinita soledad es un placer que nos acerca un poco más a la confeccionada visión literaria de Dios. Dios es el anhelo del ser humano. Todo ser humano es desdichado, todo ser humano tiende a Dios. Dios es inalcanzable porque el ser humano es inalcanzable. Ahora sí entiendo por qué el hombre debe ser superado: solamente para poder superar la idea de Dios.

Sería loable entonces refundar la vieja idea omnipotente personificada; tal vez sería sensato volver a aquellos tiempos en los que la superación sólo se encontraba en la clorofila y en los bisontes que se honraban durante su caza.

martes, 1 de junio de 2010

Haced vuestro el conocimiento pagado, convertidlo en monolito y dad vueltas alrededor de él.


Oh
El monolito
Tan científico
Y tan pagano

lunes, 31 de mayo de 2010

Lo pensaban, como el árbol que piensa la tierra y la arcilla, los líquenes que cuelgan al fresco de la humedad; lo pensaban como el agua piensa las salpicaduras contra la roca espumosa cargada de mejillones y algas; lo pensaban como el cielo piensa la tierra, mirando desde lo alto con asco; lo pensaban intuyendo que pensaban como algo que piensa.

Sin embargo, los desplantes metafóricos no sirven de nada si no llevas contigo una sunshine recorder.

Y son mucho más sencillos de comprender, dentro de lo posible, si dejas que se alojen las Gymnopedies en tus oídos primero, y con mucho cuidado, después en tu pecho.

jueves, 27 de mayo de 2010

Blablabla


Susurra en boquita de algodón que el mundo ha sido injusto con ella, siempre enfrentándola a veintidós mil a la puerta de su iglesia sin campanario. -Y aunque el frío grisáceo se abalance sobre sus mejillas y sus labios, también llena de vida las briznas doradas del mundo en su pelo.
Después de todo, el hombre necesita color, ¡y mucho más en invierno! Así, las manos desvalidas por el raspar de su desnudez con febrero, logran retener su pertenencia a ese mundo, mujer de colores, frente a la tentación de marcharse hacia el otro que se escabulle entre los huecos de los muros de piedra del pueblo.
A escondidas, cuando sale el raposo, habla con la luna y tiene a su lado a los dioses, sentada entre los manzanos y el seto, mientras el pueblo descansa con miedo. Ella no teme al raposo, sólo teme a sus manos; y así se dirige a los dioses para que intercedan y eviten que éstas se escapen-.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Courier Boy


Alguien escucha. ¿Alguien escucha?

¿Dónde están los desaparecidos?
Los rostros se borran poco a poco
Y así os convertiré en bombillas.

A corto plazo:
Eliminaré todos los estímulos condicionados,
O me descondicionaré,
O haré una tortilla de patatas con ellos.
Así el valor hedónico se devaluará
Y podré jugar a indios y vaqueros,
De nuevo,
En el desierto de Mojave.

“Mucho teleplastic workshop,
Demasiado you could feel the sky,
Twoism a diario, aunque siempre sin un sunset.”

Este es el precio de venderse por unas cuantas eyaculaciones.

Error de juventud,
Convertirse en puta
Y no cobrar.

lunes, 3 de mayo de 2010

Holy Fuck


Lenta y grave,


Inquisidora,

Se despoja de sus ropajes.

Y éstos, caen lentos al suelo.

Torso denudo, mente desnuda.

Necesito carne.

martes, 27 de abril de 2010

“Más alto no puedes escalar, ¿verdad?”.

-No.

“Y los valles a atravesar, ¿son los más frondosos del reino?”.

-Sí.

“Entonces, ¿de qué te preocupas? Estás en la vida y ese es tu sino. Debes luchar por conseguir las palabras mágicas. “¿Cuáles son?” te preguntarás, mas no hallarás en mí respuesta alguna: debes encontrar la tuya propia. Nadie vive sin luchar menos aquel al que todo es dado, pero ese ni siquiera conoce aquello que ha conseguido porque conseguir es cumplir con uno. Tú estás despertando de un mal sueño mentiroso y embriagador, y eso es bastante, ¡créeme! Bastante valiente eres ya por mirar a la cima más alta, no te obsesiones si no la alcanzas, la intención la habrás cumplido con creces. Tú eres el hombre hecho hombre, con riesgo, prescindidor de comodidades, evitador del sexo manchado de nostalgia, inventor de la palabra nueva y redescubridor de la vieja. Te estás volviendo hombre nuevo en esa lucha contra ti mismo y lo establecido en el engaño. Tienes los recursos, odias los recuerdos y eres consciente de que morirás joven. Ves al Sol a tu izquierda y suspiras, pero es un Sol auténtico el que anhelas, no es de mentirijilla ni de cartón piedra, ilumina y calienta porque es inalcanzable. Lo inalcanzable siempre es bendito, pero lo bendito siempre será eternamente alcanzable mientras seas tú el que lo describa. Tú construyes, tú alimentas el mundo, tuyo es el poder de Ser, ese que es el mayor de todos los poderes sobre la tierra.
Y no pienses que yo te tiro flores: no se aún qué es eso. Cuando la gente habla de flores piensa en flores de un día, pero mis flores únicamente son eternas.”

- A veces pienso que si no fuera por ti, ego mío, este mundo sería excesivamente frío y duro para la piel que me mantiene con vida. Y aunque no siempre tengas razón, yo siempre te he creído. Por eso he logrado llegar hasta aquí. Por eso he aprendido. Creo que muchas veces me has engañado guiándome hacia el abismo, pero todo ello tenía un fin, tiene un fin, y los dos sabemos que en este mundo el fin sí justifica los medios. Te conozco porque somos dos y uno sólo. Y se que tú no eres suicida alguno, pues nadie amó nunca tanto la vida como tú has hecho.

lunes, 26 de abril de 2010

Entre los pesos del diálogo sin diálogo no hay más peso que las manos que sostienen la posibilidad de tocar aquello que no existe en las palabras, sexo consumado. Es intención resquebrajada que trabaja para un fin, cuando debe de ser un fin en si mismo el hecho de hablar.

Muchos se sorprenden a si mismos cuando, tras gritar a los cielos y los infiernos que las palabras estaban ya todas dichas (mejor callarse que hablar callado), aparece la posibilidad de hablar lo hablado todas las veces que sea necesario. Pero hablar sin hablar no aporta nada más que lo que se busque con las palabras. Es instrumento para, no fin en sí mismo: es un fracaso. Aquel que con premisas interiorizadas no vuelva a hablar “en posibilidad” de nuevas palabras, estará pretendiendo utilizar el fuego para lavarse la cara. Y quien se lava la cara con fuego deja de reconocerse al espejo.


Hable si hablar le trae nuevas palabras. Hablar desde el pasado dogmático es un querer y no poder tener palabras, es conformarse con lo que pueda depararle abrir su boca cotidiana, pero en la boca abierta las moscas de la complacencia dejan las huevas de la mediocridad para olvidarse de la creación perpetua. Sólo el que crea no muere nunca porque sólo somos en lo creado y sus ideas. Aquel cotidiano que viva sin crear y sin destruir, absorbido por la cultura del cemento, estará más muerto que vivo y solamente será instrumento inconsciente del mundo.

domingo, 25 de abril de 2010

tiger fur coat

Raro brilla porque se quedó sin brillo hace muchas noches. Entonces, menos que nada es más que todo lo posible, y así brilla como la polilla que se calcina con el fluorescente. Pachuchita, aplastadita y con ojeras de fumar demasiada naftalina deja pasar los días, días demasiado cortos, empaquetados como chicles que han perdido sabor.

Raro tiene suerte, había antes un fluorescente que siempre le calcinaba las antenas. Lo quitaron. Ahora Raro es capaz de ver su propia luz de nuevo. Piensa en volver a ser feliz después de mucho tiempo y cree, que la primera de las premisas debe de ser que quemarse las antenas, nunca más con bombillas, "y sólo si no queda más remedio”, con solecitos.

Incluso parece que tiene sentido común, Raro, después de tanto tiempo y chamuscarse con la inocencia de estar cegado. ¡Los fluorescentes ya están pasados de moda!
Al final, toda historia es escrita por piedras que se sueltan del asfalto, el grijo que, paso a paso, se revela contra la brea que termina escupiéndolo. Porque es fácil terminar escupido, todos somos trozos de carne entre dientes ajenos, sólo que muchas son más finas que las bocas de los jubilados, y sin sentir ruido puedes encontrarte al lado de la alcantarilla, asfalto, junto a los plásticos imperecederamente sucios.

Sin embargo, por eso me gusta tanto ser humano: me reciclo una y otra vez sin miedo a sentirme sucio, porque esa suciedad no mancha y sin embargo sí que embriaga.

sábado, 24 de abril de 2010

Siempre son los ojos, siempre.

Bajo cielo y bajo infierno, incluso cuando las flechas no tienden hacia el ocaso.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Angel

Podredumbre e histeria me acompaña en el camino a casa, como si el mundo en el que viviera fuera un mal sueño, como si me hubieran desterrado de Babilonia y ahora me tocara sufrir entre los proscritos que se miran el ombligo. Ellos tienen la marca, la ocultan y no les puedo tener más asco. Mi marca reluce y no la oculto, está en cada paso, está en mis ojos y ellos lo saben. Mi lugar está en Babilonia, no entre esta pérfida amalgama de rostros desteñidos por la nada.

¿Creen que llegará el día en el que me encontraré a su altura? Y una mierda. Porque me miren con gesto torcido y escondan sus muecas no dejaré de pisotearles las calles; porque me disfrace de ellos no dejaré de ser lo que soy. Pero es divertido, casi es posible llevar una de esas “fantásticas” vidas normales. Qué pena que Sentir entre en conflicto, pero supongo que se trata de un aviso. No formo parte de ellos. Yo vivo del camino, de los rostros marcados, de la lucha por volver a Babilonia y entrar triunfante por sus puertas. [...]

Me expulsaron de Babilonia porque estaba ciego. Y se, estoy seguro, de que ellos me observan desde lo alto para abrirme las puertas cuando sea necesario. Negar a dios fue el primer paso, pero no es el último. Leeré sus señales.

Soy un animal, un humano. Formo parte de la familia que porta el valuarte de la abolición del bien y del mal. Soy humano, y su desprecio cubierto de miedo les delata.

Os pido perdón por haberme apartado del camino que recorría sin remordimientos.

martes, 23 de marzo de 2010

Home coming queen

Hoy ya no estoy yo, habla mi sombra.

Hoy ya no duele la música.

El Sol no quema.

Hoy, las estrellas se quedarán quietas.

Ya no hay remero hasta el Hades.

Caronte no es satélite de ningún planeta.

Se acostarán las nubes y surgirá la niebla.

Y entonces llegarán Ellos, cargados de mantas y de salitre, con cofres agitados por el camino, repletos de algas y aire. Regalos para repartir entre los más necesitados, “te tomarás una ampolla de este alga y tus problemas desaparecerán a la caída de la tercera luna”.

¿Qué luna? Pregunto yo. ¿La de aquel verano, o la del otoño crónico de siempre?

Malos versos, dedos artríticos sin fuerza para sostener el lapicero, como una vida que ha sido y se escurre porque ya no puede ser.

Y mientras me preguntan, ¿dónde está el Diego que un día fuiste? Pero yo no puedo responder, aunque estoy seguro de que alguna vez fui algo y me sentí especial. No se que ha sido de mi, ni a dónde me han llevado mis pasos. ¿Por qué será tan importante saber? Yo ya he aprendido que saber está sobrevalorado, como las mañanas soleadas de frío, que son como cualquier otra mañana…

*como la playa donde llevabas una pistola y solo una persona podía besar el susurro
*y las mariposas o cuando ibas por bares y bares en la cuidad y el alcohol era el dios que nunca tuviste
*o como una foto de tu pasillo que me mandaste o el video aquel que llevaba la canción de In space
*imágenes
Don't think:
*sí
-:
*y de alguna forma yo era capaz de contar todo lo que yo había visto en ti
*y quizá hablaba más de mí que de ti pero bueno
*y dijo que no se acordaba, que le daba igual
*y yo seguía preguntando si de verdad él era la misma persona
*y decía que sí, que era diego
*y más o menos fui llegando a la conclusión de que todo aquello poco a poco había ido llevando a la indiferencia
*lentamente pero constantemente
*y una vez había llegado a la indiferencia ya no importaba quién habías sido y ya no dolía
*de forma que podías ser el tío soso ese sin dolor por recordar
Don't think:
*me hace daño leer esto

jueves, 18 de marzo de 2010

Sad song

  1. Pero el agua es agua, el aceite es aceite, y no haz mezcla posible que haga replantearse los cimientos de la ciencia.
  2. Que ilusos mortales, que pretenden hacer sucumbir al nuevo dios erigido por la iglesia de las bombas atómicas.
  3. Os deseo a todos buenas raciones de panceta frita y de huevos cocidos, como si se tratara del cuerpo de J.Cristo.

viernes, 12 de marzo de 2010

Me dejaré caer entre sus sábanas para que me consuma. Me meceré en sus brazos, protegido del viento, en el infierno entretejido de las altas briznas de hierba que también sucumben a la caída del sol. Es otro final del día el mismo final repetido en el tiempo, volver a acabar agotado. Una y otra vez, y cada vez más lejos, cada vez más hondo. Ya no logro escuchar la piedra golpear el fondo del pozo.

jueves, 4 de febrero de 2010

No hay fuerza superior,
ni hay fuerza inferior
al escarnio de sentirse
impotente,
en un mundo que sigue
girando y gritando
entre alocados destellos
de vida,
mientras la sala de espera,
purgatorio de la ausencia,
machaca cada segundo de vida
con otro segundo más
malgastado.