martes, 8 de junio de 2010

Y el terrible miedo de que sólo sea causa de la cafeína


No estoy mintiendo en los tests, no coartes mi libertad de expresión. A lo mejor tus clasificaciones no logran colocarme en el centro de tus disputas y elucubraciones. Un hondo pesar acongoja a mis chiquitas palabras, que se cubren de un halo de destierro para parecer más mundanas y explícitas. Pero la solución que acontece no pasa por los farolillos rojos de un tiempo atrás, en Pekín. Eso pasó hace mucho tiempo. Demasiado para derribar los muros de este nuevo orden, censura, la policía del pensamiento. Asustaría al más noble y al más mundano.


De metal y de plástico.
Listo para consumir.

¡Oh, no!

¿Ese es un humano de los de antes?
¿Lo parió un útero deseoso de parirlo?
¿Lloró y era una pesada carga?
¿Respiró y se desentendió de sus obligaciones?
¿Pretendió volar y descubrió que no tenía alas?

El humo se estrella contra la luz del flexo. A Düsseldorf parece darle lo mismo.

jueves, 3 de junio de 2010

Introducción 5 Desarrollo histórico del estudio de la mente


¿Por qué cuando se hunde en el océano la tempestad sentimos en la boca un regusto tan dulce? ¿Será que el ocaso de la muerte nos confiere a los hombres la sagacidad necesaria para renunciar a la conciencia?

Perecer y asirse con fuerza para no seguir cayendo es algo que duele. Sin embargo, en el océano, sin tablas de un naufragio, morir en la infinita soledad es un placer que nos acerca un poco más a la confeccionada visión literaria de Dios. Dios es el anhelo del ser humano. Todo ser humano es desdichado, todo ser humano tiende a Dios. Dios es inalcanzable porque el ser humano es inalcanzable. Ahora sí entiendo por qué el hombre debe ser superado: solamente para poder superar la idea de Dios.

Sería loable entonces refundar la vieja idea omnipotente personificada; tal vez sería sensato volver a aquellos tiempos en los que la superación sólo se encontraba en la clorofila y en los bisontes que se honraban durante su caza.

martes, 1 de junio de 2010

Haced vuestro el conocimiento pagado, convertidlo en monolito y dad vueltas alrededor de él.


Oh
El monolito
Tan científico
Y tan pagano