martes, 11 de diciembre de 2007

tarde

Debería confesarme y hacer penitencia. Sería el precio justo por estrangular la experiencia y permitir un resquicio de ácido.

No he prestado atención.

Tampoco dejaré mi mano arder.

Mi corazón, en su sitio.

Todo se parecía, siempre se parece. Dejé mis párpados caer y me mecí en el perfume.

Ahora nada, el perfume voló con la corriente.

Oigo el billar y oigo sus voces. Susurran y gritan. De reojo.

"Todo ha sido un sueño"


-¿Nada más que un sueño?- pregunto confuso.
-Efectivamente. Solo un sueño.

-Ppero... si he estado sintiendo...
-Sentir no es suficiente, ha sido un sueño.

-...
-Apártese de la entrada, por favor.

1 comentario:

DansMaChair dijo...

a qué se debió su ausencia?







nadie nos quita el soñar..