lunes, 18 de agosto de 2008

Angelic Fruitcake

Tenia miedo al venir, temia la incapacidad de comunicarme, temia enfrentarme a una ciudad desconocida con millones de personas desconocidas. Ahora, a tan solo seis dias de volver a mi "mundo conocido", las piernas no consiguen dominar el nerviosismo de la certeza de que hay una fecha de caducidad, para todo tipo de palabras y comportamientos, en donde se establece desde cual y hasta cual punto se patea el camino y desde cual y hasta cual otro el avestruz mete la cabeza bajo tierra.
Tambien es cierto que el objetivo del viaje parecia ser claro: perfeccionar el ingles, pero despues de dos anhos de inactividad habia que hacer algo mas que perfeccionar. Tal vez hubiera sido mejor que no hubieran habido espanholes, asi uno evitaria lo inevitable que es hablar en espanhol con tus conocidos espanholes fuera de clase. Incluso, apartando el tema meramente ling~istico, quedara como un suenho por cumplir volver a esta ciudad solo, sin ninguna extension de Asturias haciendo un nudo alrededor del cuello. Me gustaria que mi nombre no apareciera en las listas a embarcar de vuelta a Espanha, creo que podria aguantar unos cuantos dias simplemente vagando por la ciudad, y despues, dios sabra.
Estos son los instantes en los que cualquier persona desearia dar la vuelta a la logica sensorial del tiempo. Ahora mismo, cuando incluso el cielo encapotado parece decir "te vas, te tienes que ir", cuesta resistirse a sonhar con que cada segundo de Espanha, aqui fueran tres mil quinientos cuarenta y ocho.

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