lunes, 9 de junio de 2008

Dicen que solo se hace camino al andar, pero yo creo que en el desierto y con el cielo encapotado lo más fácil es perderse en su inmensidad de dunas. Son dunas que se mueven, aparecen y desaparecen, es imposible hacer camino al andar, andando solo se prolonga la agonía aunque se intente salir del desierto describiendo una linea recta. Los pájaros no se adentran en ese mundo estéril y el maná debe de ser un cuento de hadas, no hay ruta, no hay nada, solo millones de granos de arena más por cada pisar de un pie descalzo en el suelo hirviente.

Al menos la noche es fría.

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