miércoles, 26 de noviembre de 2008

Aparecen, desde el suelo, abadejos de color rojo trazando parábolas que se mantienen en el aire marcadas por una línea imaginaria pero visible. Ellos se esconden en toperas y vuelven a escapar hacia el mar. Mientras, yo miro con cara de tonto cómo se van diluyendo las lineas en el aire, como el humo del cigarro, prestando una exagerada sobreatención a los vórtices.

1 comentario:

Holly Golightly dijo...

Ñañañañaña :)
I like it!